de Alejandra Munaico

El pasado 24 de febrero, Rusia empezó una invasión a Ucrania con el objetivo de impedirle la entrada en la OTAN. La actual situación puede despertar la guerra fría y el retorno a las armas por parte de Europa, lo que generaría un contexto complicado en la coyuntura actual y cuyas consecuencias son impredecibles. En esta coyuntura, el conflicto se presenta como una situación inesperada e, incluso, desconcertante para los que vivimos de este lado del mundo. El trasfondo de esta pugna es desconocido para una gran parte de la población, que ignora el lazo que une a Rusia y Ucrania, así como otras confrontaciones que estos dos Estados han protagonizado, pese a que comparten una misma historia.

LA CUNA DE LA CIVILIZACIÓN RUSA Y UCRANIANA

La Crónica de Nestor, escrita alrededor del siglo XII, narra la historia de Rúrik, considerado el padre de Novgorod y quien sentó las bases de lo que luego sería Rusia. Novgorod floreció rápidamente, permitiendo su expansión e influencia territorial. En el año 880 d. C., el príncipe Oleg lideró sus tropas contra Kiev, que logró conquistar luego de un asedio. Por su posición estratégica para defenderse de los ataques de los jazaros, el príncipe decidió trasladar la capital a Kiev y de esta manera el principado pasó a llamarse la Rus de Kiev.

La Rus de Kiev se expandió drásticamente, convirtiéndose en un principado muy influyente. Fue dividida en quince provincias, cada una gobernada por un hijo de Oleg, mas no independientes. Como consecuencia de la división se generaron diferentes conflictos que llevarían a la disolución de la Rus de Kiev y a la transformación de las provincias en principados. Por un lado, el principado de Vladimir Suzdal, origen de Rusia, contenía al interior de sus tierras a la importante Moscú. Por otro lado, el principado de Galitzia Volynia, origen de Ucrania. Ambos territorios eran los más alejados entre sí cuando aún existía la Rus de Kiev, por lo que recibieron influencias diferentes, las cuales serían determinantes en su formación étnica, y desarrollo de sistemas políticos y económicos distintos.

Debido a su posición geográfica, el principado de Vladimir recibió una mayor influencia mongola que terminó dando origen al Ducado de Moscú y que posteriormente daría nacimiento a Rusia. Por el contrario,  Galitzia-Volynia no se vería afectado por los mongoles, pues su ubicación geográfica favoreció la resistencia contra el dominio mongol. No obstante, la nación sería sometida por Polonia, lo que provocaría una masiva inmigración hacia el este, donde se fundaron Hetmanate y Zaporizia. A lo largo de las décadas siguientes, surgió una pugna entre Polonia, que deseaba anexar a las  dos ciudades nuevamente a su dominio, y  Rusia, aliada de Hetmanate. La tensión no cesó hasta que firmaron un acuerdo por el cual Kiev y Zaporizia se incorporaron al imperio ruso mientras que Galitzia-Volynia se unió a Polonia. Este es el origen de las dos civilizaciones que actualmente viven en Ucrania: los que estuvieron bajo la influencia de Europa y que tomaron las costumbres de este territorio (la civilización occidental), y la de los territorios anexados a Rusia (la civilización eslavo-ortodoxa).

LOS ALBORES DE UCRANIA

Polonia fue absorbida por el imperio austro-húngaro y, debido a las reformas en la región de Galitzia, el pueblo se unificó como uno solo bajo la nacionalidad ucraniana. Esta sensación de unión se incrementó durante el siglo XIX con las revoluciones de 1848, pero culminaría con la Primera Guerra Mundial. Cuando el imperio ruso invadió Ucrania, pese a que el periodo de dominación fue breve, dejó muy en claro que la intención del imperio era reintegrar a Ucrania en su dominio. 

LA FRAGMENTACIÓN DE LA RUSIA Y UCRANIA

Como resultado de lo mencionado antes, la imagen del líder fue importante en la formación del pueblo ruso. En este contexto, el líder no es percibido como el creador de una nación, sino como un constructor de imperios, figura que luego sería tomada por los zares (y posteriormente los soviéticos) para la creación de una comunidad e identidad nacional basada en un imperio con diversidad étnica, cultural y religiosa. La conquista de Galitzia por parte de la URSS provocó en el actual territorio ucraniano una división entre los ciudadanos del Oriente que aceptaron de buena manera el gobierno soviético mientras en Occidente surgieron los primeros movimiento libertarios que desembocaron en la creación de una milicia ucraniana contra la influencia de la URSS que tuvo éxito debido al apoyo de Stephan Bandera, un supuesto líder nazi. 

EL INICIO DE LA GUERRA

Con la caída de la URSS, nace Ucrania, que propicia las leyes antirusas que buscaban la unificación del pueblo ucraniano. Sin embargo, las medidas afectaron significativamente al pueblo del este, que no se sentía parte de Ucrania, aumentando así su descontento con la revolución que se desarrolló entre noviembre del 2013 y febrero del 2014, llamada Euromaidán, la cual buscaba la integración de Ucrania a la UE.

Los pueblos ucranianos que se identifican como rusos se concentran al este del país y representan un 30% de la población (entre ellos, está la región de Crimea). Crimea siempre perteneció a Rusia y solo con la caída de la URSS es que pasó a un dominio no pro-ruso. Por esto, Crimea decide hacer un referéndum en el 2014 para demostrar su deseo de integrarse a Rusia y el 96.8% de la población votó a favor, pero este resultado fue ignorado. Es así como llegamos a una zona gris, pues Rusia considera a Crimea como parte de su dominio, pero en la teoría sigue siendo parte de Ucrania, transformándose en una región en disputa. 

Sin embargo, aún quedaban Donetsk y Lugansk, las cuales también deseaban integrarse a Rusia. Ambas se levantaron contra el Estado ucraniano, lo que desembocó en una guerra civil. Por un lado, los nacionalistas europeístas apoyados por Estados Unidos, UE y OTAN y, por otro lado, los pro-rusos separatistas y Rusia. El ejército ucraniano perdió el control de las zonas de Donetsk y Lugansk, lo que llevó al intento de crear una tregua entre las dos naciones, pero nunca se concretó. Durante el 2021 y el 2022, Rusia movilizó tropas en Bielorussia, aliado suyo, y Crimea, preocupando a la UE y USA.

Entre el 21 y el 23 de febrero, Rusia envió tropas a Donetsk y Lugansk, y las tropas en Crimea y Bielorussia entraron en Ucrania. El gobierno ucraniano declaró un estado de alarma en la nación y Rusia fue condenada tanto por Estados Unidos como por la UE. Putin respondió que sus tres motivaciones eran evitar un genocidio contra la población de etnia rusa del este de Ucrania, desmilitarizar el país y desnazificar el gobierno ucraniano.

La primera motivación, como hemos visto, no tiene ningún fundamento histórico, pero podría ligarse a los pedidos ignorados de las naciones étnicamente rusas que deseaban unirse a Rusia y a la elaboración de leyes antirusas con el fin de promover la cultura ucraniana. La segunda motivación claramente está ligada al hecho de que la OTAN se alíe con Ucrania y que Estados Unidos coloque bases militares en la zona; y a la guerra civil que se dio en este territorio. La tercera motivación se liga al nazismo promovido por los banderistas, es decir, por los que reivindican a Stephan Bandera.

El trasfondo de esta guerra es complejo y, como hemos visto, no se define únicamente por una visión dualista entre lo bueno y lo malo, sino por una mezcla histórica de decisiones tomadas por las personas que han ocupado posiciones de poder, incrementando las tensiones y luchas de estas dos naciones a lo largo de la historia. Como en toda lucha bélica, el resultado es una población que sufre los estragos de la guerra.

Il Legame tra Russia e Ucraina

Il 24 febbraio la Russia ha iniziato un’invasione dell’Ucraina con l’obiettivo di impedirle di entrare nella NATO. La situazione attuale potrebbe risvegliare la Guerra Fredda e il ritorno alle armi da parte dell’Europa, evento che genererebbe un contesto complicato nell’attuale congiuntura e le cui conseguenze sono imprevedibili. In questa congiuntura, il conflitto si presenta come una situazione inaspettata e persino sconcertante per quelli di noi che vivono da questa parte del mondo. Lo sfondo di questa lotta è sconosciuto a gran parte della popolazione, che ignora il legame che unisce Russia e Ucraina, così come altri scontri che questi due stati hanno avuto, nonostante condividano una stessa storia.

La culla della civiltà russa e ucraina

La Cronaca di Nestore, scritta intorno al XII secolo, racconta la storia di Rurik, considerato il padre di Novgorod e che pose le basi di quella che sarebbe poi diventata la Russia. Novgorod fiorì rapidamente, permettendo la sua espansione e influenza territoriale. Nell’880 d.C., il principe Oleg guidò le sue truppe contro Kiev che riuscì a conquistare dopo un assedio. A causa della sua posizione strategica per difendersi dagli attacchi dei Cazari, il principe decise di spostare la capitale a Kiev e in questo modo il principato fu ribattezzato la Rus’ di Kiev.

La Rus’di Kiev si espanse drasticamente, diventando un principato molto influente. Era divisa in quindici province, ognuna governata da un figlio di Oleg, ma non indipendenti. Come risultato della divisione, si generarono diversi conflitti che avrebbero portato alla dissoluzione della Rus’di Kiev e alla trasformazione delle province in principati. Da un lato, il principato di Vladimir Suzdal, origine della Russia, conteneva all’interno delle sue terre l’importante Mosca. Dall’altro, il principato di Galizia Volynia, origine dell’Ucraina. Entrambi i territori erano i più lontani l’uno dall’altro quando esisteva ancora la Rus’ di Kiev, motivo per il quale ricevettero influenze diverse che sarebbero state decisive nella loro formazione etnica e nello sviluppo di diversi sistemi politici ed economici.

A causa della sua posizione geografica, il principato di Vladimir ricevette una maggiore influenza mongola che finì per dare origine al Ducato di Mosca e che in seguito avrebbe dato vita alla Russia. Al contrario, la Galizia-Volynia non sarebbe stata influenzata dai Mongoli, poiché la sua posizione geografica favoriva la resistenza contro il dominio mongolo. Tuttavia, la nazione sarebbe stata sottomessa dalla Polonia, che avrebbe causato una massiccia immigrazione verso est, dove furono fondate Hetmanate e Zaporizia. Nei decenni successivi, sorse una lotta tra la Polonia, che desiderava annettere le due città al suo dominio, e la Russia, alleata di Hetmanate.  La tensione non cessò fino a quando non firmarono un accordo in base al quale Kiev e Zaporizia si unirono all’Impero russo mentre la Galizia-Volynia si unì alla Polonia. Questa è l’origine delle due civiltà che attualmente vivono in Ucraina: quelle che erano sotto l’influenza dell’Europa e che hanno preso le usanze di questo territorio (civiltà occidentale) e quella dei territori annessi alla Russia (la civiltà slava-ortodossa).

 

L’alba dell’Ucraina

La Polonia fu assorbita dall’Impero austro-ungarico e, a causa delle riforme nella regione della Galizia, il popolo fu unificato come un tutt’uno sotto la nazionalità ucraina. Questo senso di unione aumentò durante il diciannovesimo secolo con le rivoluzioni del 1848, ma sarebbe culminato nella prima guerra mondiale. Quando l’Impero russo invase l’Ucraina, sebbene il periodo di dominazione fosse breve, rese molto chiara l’intenzione di reintegrare l’Ucraina nel suo dominio.

La frammentazione della Russia e dell’Ucraina

Come risultato di quanto detto precedentemente, l’immagine del leader era importante nella formazione del popolo russo. In questo contesto, il leader non viene percepito come il creatore di una nazione, ma come un costruttore di imperi, una figura che sarebbe stata poi rilevata dagli zar (e successivamente dai sovietici) per la creazione di una comunità e di un’identità nazionale basata su un impero con diversità etnica, culturale e religiosa. La conquista della Galizia da parte dell’URSS provocò nell’attuale territorio ucraino una divisione tra i cittadini dell’Est che accettarono il governo sovietico in modo positivo mentre in Occidente emersero i primi movimenti libertari che portarono alla creazione di una milizia ucraina contro l’influenza dell’URSS che ebbe successo grazie al sostegno di Stephan Bandera, un presunto leader nazista.

L’inizio della guerra

Con la caduta dell’URSS, nacque l’Ucraina, che promosse leggi anti-russe che cercavano l’unificazione del popolo ucraino. Tuttavia, le misure hanno colpito in modo significativo il popolo dell’est, che non si sentiva parte dell’Ucraina, aumentando così il loro malcontento per la rivoluzione accaduta tra novembre 2013 e febbraio 2014, chiamata Euromaidan, la quale cercava l’integrazione dell’Ucraina nell’UE.

I popoli ucraini che si identificano come russi sono concentrati nell’oriente del paese e rappresentano il 30% della popolazione (tra essi, c’è la regione della Crimea). La Crimea è sempre appartenuta alla Russia e solo con la caduta dell’URSS è passata a un dominio non filo-russo. Per questo motivo, la Crimea ha deciso di indire un referendum nel 2014 per dimostrare il suo desiderio di unirsi alla Russia e il 96,8% della popolazione ha votato a favore, ma questo risultato è stato ignorato. È così che siamo arrivati a una zona grigia, perché la Russia considera la Crimea come parte del suo dominio; questa però in teoria fa ancora parte dell’Ucraina, trasformandosi quindi in una regione contesa.

Tuttavia, c’erano ancora Donetsk e Lugansk che desideravano anche esse integrarsi alla Russia. Entrambe si sono sollevate contro lo Stato ucraino, il che ha portato a una guerra civile. Da un lato, i nazionalisti pro-europei sostenuti dagli Stati Uniti, l’UE e la NATO e, dall’altro, i separatisti filo-russi e la Russia. L’esercito ucraino ha perso il controllo delle aree di Donetsk e Lugansk, portando al tentativo di creare una tregua tra le due nazioni che, però, non si è mai concretizzata. Durante il 2021 e il 2022, la Russia ha mobilitato truppe in Bielorussia, suo alleato, e Crimea, preoccupando l’UE e gli Stati Uniti.

Tra il 21 e il 23 febbraio, la Russia ha inviato truppe a Donetsk e Lugansk, e le truppe in Crimea e Bielorussia sono entrate in Ucraina. Il governo ucraino ha dichiarato lo stato di allerta nella nazione e la Russia è stata condannata sia dagli Stati Uniti che dall’UE. Putin ha risposto che le sue tre motivazioni erano prevenire il genocidio contro la popolazione etnica russa dell’Ucraina orientale, smilitarizzare il paese e denazificare il governo ucraino.

La prima motivazione, come abbiamo visto, non ha nessuna base storica, ma potrebbe essere legata alle richieste ignorate delle nazioni etnicamente russe che desiderano unirsi alla Russia e all’elaborazione di leggi anti-russe con l’obiettivo di promuovere la cultura ucraina. La seconda motivazione è chiaramente legata al fatto che la NATO si sta alleando con l’Ucraina, che gli Stati Uniti stiano collocando basi militari nell’area e alla guerra civile che si è verificata in questo territorio. La terza motivazione è legata al nazismo promosso dai banderisti, cioè da coloro che rivendicano Stephan Bandera.

Lo sfondo di questa guerra è complesso e, come abbiamo visto, non è definito solo da una visione dualistica tra buoni e cattivi, ma da una miscela storica di decisioni prese da persone che hanno occupato posizioni di potere, aumentando le tensioni e le lotte di queste due nazioni nel corso della storia. Come in ogni guerra, il risultato è una popolazione che soffre le devastazioni della guerra.

Articolo tradotto da Valentina Ursino