de Gonzalo Jordán y Costanza Giurfa
¿Te imaginas una Navidad sin panetón? Hoy, este pan dulce es un clásico de las fiestas, especialmente en Perú, donde se ha ganado un lugar especial en las celebraciones.
Hay muchas leyendas sobre los orígenes del panetón. Por ejemplo, algunos dicen que los orígenes primitivos del dulce sucedieron en el imperio romano, ya que los romanos comían un pan llamado panem triticum, endulzado con huevos y pasas. Sin embargo, la leyenda más popular dice que todo comenzó en Italia, en el siglo XV. La historia cuenta que un chef de la corte de Ludovico El Moro, duque de Milán, dejó un postre en el horno demasiado tiempo. Su asistente, Toni, tuvo que improvisar y usó lo que tenía: mantequilla, huevos, cáscaras de cítricos y pasas. El resultado fue un pan que encantó a todos, y cuando preguntaron por su nombre, Ludovico lo bautizó como Pane di Toni (pan de Toni), en honor al joven creador.
Con los años, el postre evolucionó y se convirtió en un ícono navideño en Italia. Su forma de campana y textura esponjosa lo hicieron muy popular, y en el siglo XX empezó a exportarse a otros países, llevándose el sabor de la Navidad italiana al mundo.
Llegada a Perú
El panetón llegó a Perú junto con los inmigrantes italianos a finales del siglo XIX y principios del XX. Los genoveses trajeron la receta, pero esta fue adaptada al gusto peruano. En sus inicios, el panetón no era tan popular porque su forma y textura no convencían totalmente a los peruanos. Poco a poco, los panaderos locales modificaron la receta, dándole una forma más alta y añadiendo ingredientes más accesibles.
En la década de 1950, D’Onofrio, que es una empresa fundada por italianos en Perú, empezó a producir panetones de manera industrial. Su icónica caja amarilla y azul ayudó a posicionarlo como el pan de la Navidad peruana.
Hoy, Perú es el país que consume más panetón en el mundo, consumiendo más de 34,000 toneladas de panetón al año y recientemente superando a Italia en su cantidad de consumo anual.
Diferencias entre Panetones
Aunque comparten el mismo origen, el panetón italiano y el peruano tienen varias diferencias. En Italia, el panetón es más ligero y suave, con un sabor más delicado a frutas confitadas y pasas. Además, muchas familias prefieren comprarlo en panaderías artesanales, siguiendo recetas familiares.
En Perú, el panetón es más dulce y tiene una textura más densa. A veces se le añaden sabores locales, como en el caso del kokatón, hecho con harina de coca. Este pan dulce no solo se come en Navidad, también es parte de las famosas chocolatadas durante el año. Y aunque marcas como D’Onofrio son las más conocidas, hay muchas opciones artesanales que siguen ganando terreno.
En los últimos años, el panetón peruano ha llegado a países como Estados Unidos, España y Japón, donde no solo se disfruta por su sabor, sino como una representación de la cultura peruana.
El panetón, un invento que, según leyenda, nació por casualidad en una cocina italiana, ha recorrido el mundo para convertirse en el corazón de la Navidad en Perú. Más allá de las diferencias entre sus versiones, este pan dulce simboliza la unión y la tradición, recordándonos que las mejores cosas de la vida siempre son para compartir.