de María Paz Villa Corta y Ariadna Huarcaya
En el año 1430, miles de personas en el imperio incaico se reunieron por primera vez para realizar una celebración para honrar al dios del sol, “Inti.” Hoy en día, en el sitio arqueológico de Sacsayhuamán, turistas y lugareños se vuelven a reunir cada año para presenciar este gran espectáculo.
El festival Inti Raymi (“festival del sol”), uno de los eventos más importantes del Cusco, atrae a turistas de todo el mundo a ver esta celebración. Su función es conmemorar el solsticio de verano e invierno, que marca el inicio del nuevo año en el calendario andino. El Inti Raymi es una atracción turística importante y una celebración de la cultura peruana que ofrece una variedad de eventos y actividades cada 24 de junio. Aproximadamente, 100,000 personas atienden este evento cultural tan importante. Sin embargo, fuera de sus impresionantes actividades, el festival también ha tenido un gran impacto cultural y económico en la comunidad de Cusco.
Las Actividades del Festival
Inti Raymi destaca por sus danzas y la música andinas. Los bailarines, con sus movimientos precisos y trajes vibrantes, representan historias y mitos. Otro aspecto importante de Inti Raymi son los festines y las comidas comunitarias. La gastronomía peruana, rica en historia y tradición, se comparte generosamente entre los participantes y espectadores, generando lazos de comunidad y orgullo cultural.
Otro punto para marcar son los mercados artesanales donde artesanos locales exhiben sus productos: textiles, cerámicas y objetos de arte que reflejan la maestría y la creatividad de los descendientes de los antiguos incas. En la celebración, hay personas que a lo largo de la festividad, hacen presentaciones de música y danza tradicional. Luego del Armay tuta, un baño de vitalización, es que inician las danzas, mientras van pasando por diferentes casas y comunidades. Los bailarines tienen con el objetivo de agradecer al Dios Inti (Sol), por abundancia en las cosechas, y a la Pachamama por cuidar sus cultivos. Realizan danzas que representan mitos y leyendas antiguas.
La ceremonia cuenta con distintas danzas a lo largo de la celebración y entre las más famosas se encuentran: Inti Raymi y los Jilgueros. La danza del Inti Raymi es una representación simbólica de agradecimiento y adoración al Dios Inti, la deidad central de la cosmovisión incaica, que marca el inicio de un nuevo ciclo agrícola y expresa la relación sagrada entre el pueblo Inca y el cosmos, la tierra (la pachamama) y el Sol. Por otro lado, se encuentra la danza de los Jilgueros. Su nombre deriva de “jilguero”, un tipo de pájaro conocido por su canto melodioso y la presencia vibrante que da en los campos agrícolas. Su danza simboliza la vitalidad y belleza de la naturaleza, y es una metáfora de la prosperidad y la fertilidad, transmitiendo alegría y libertad.
Durante el festival, también se realizan recreaciones teatrales en la época del Imperio Inca, contando con 3 escenarios para su desarrollo: el Qoricancha o templo del Sol, en donde se realizan las ceremonias rituales en honor al Dios Sol, siendo este el primer escenario; la plaza de Armas de Cusco, en donde se realizan coloridos desfiles, representaciones teatrales y muestras de danzas folclóricas; y Sacsayhuaman, el escenario en el que se lleva a cabo la representación central del Inti Raymi. Contando con las figuras principales del Inca y la Coya, además del sacerdote, los curacas.
Impacto Cultural
El origen del Inti Raymi fue en el siglo XV, y fue una creación del inca Pachacutec como una tradición religiosa y cultural, que se celebra cada solsticio de invierno. Era un símbolo de la gratitud hacia los pueblos andinos que ofrecen a la Pacha Mama, por permitir una buena cosecha de productos tradicionales.
En la actualidad, el Inti Raymi representa la conexión de los locales con sus raises y su identidad, y es un momento para poder compartir sus tradiciones con el mundo. El festival tiene una combinación de elementos históricos, culturales y religiosos que resultan en una festividad llena de color.
Un Evento de Gran Oportunidad Económica
Durante el festival, la afluencia masiva de turistas también crea una demanda elevada de productos y servicios locales. Emprendedores de diversas áreas aprovechan esta oportunidad para ofrecer desde comida y artesanías, e incluso servicios de alojamiento y tours guiados. Para muchos, el Inti Raymi representa una plataforma ideal para lanzar y probar nuevos productos o servicios ante un público amplio y diverso.
El éxito visible de otros pequeños negocios durante el festival también sirve como una poderosa fuente de inspiración para los que aspiran a ser emprendedores. Viendo cómo las iniciativas locales pueden prosperar en un evento tan significativo motiva a muchos a dar el paso y lanzar sus propios negocios. Además, el festival fomenta un fuerte sentido de comunidad y apoyo mutuo, factores esenciales que impulsan la colaboración y el desarrollo de proyectos conjuntos.
La preparación para el Inti Raymi a menudo conlleva mejoras en la infraestructura local, lo cual facilita el desarrollo de nuevos negocios y atrae a visitantes durante todo el año. Los emprendedores no solo se benefician del aumento temporal de la demanda, sino que también tienen la oportunidad de establecer conexiones valiosas con turistas, otros emprendedores y posibles inversionistas. Estas redes de contacto son fundamentales para el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo de sus negocios.